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Ejecutar mediante sistema de "cuelgue con cuerdas" trabajos que deben ejecutarse desde andamios

Uno de los errores más frecuentes cometidos a la hora de contratar trabajos "en vertical" de conservación de fachadas y patios, muy principalmente por Comunidades de Propietarios, en su afán, -a veces necesidad-, de reducir los costes de obras, es el hacerlo para que sean ejecutados por trabajadores colgados mediante sistema de cuerdas en lugar de hacerlo desde andamios.

El sistema de cuelgue mediante cuerdas es un sistema válido para reparaciones puntuales y siempre y cuando sean de escasa intensidad y no requieran la manipulación de materiales pesados; no tiene ningún sentido, -y es de todo punto desaconsejable-, para trabajos actuando en grandes superficies.   

Y esto es así no solo porque es un sistema incompatible con el debido seguimiento y vigilancia que propiedades, promotores y/o facultativos deben poder hacer sobre los trabajos que se van realizando, sino porque, como es lógico, con el sistema de cuerdas el trabajador se ve obligado a ser mucho más "alpinista" que "albañil", a tener que estar muy pendiente de su equilibrio y del posible desprendimiento de materiales, herramientas, cascotes o restos, etc., lo que es plenamente contrario a las prioridades que deben prevalecer en una obra de trabajos de conservación, como es la correcta ejecución y aplicación de los materiales, etc. Baste pensar, por ejemplo, que una simple "presión" del albañil sobre el plano de fachada, para colocar o recibir una plaqueta o fratasar una superficie, instantáneamente provocará la reacción en sentido contrario, alejando al trabajador del plano de la fachada, ello con la consiguiente incomodidad para la correcta ejecución   

Así, por ejemplo, a juicio del que suscribe, trabajos generalizados y muy comunes en fachadas y patios, como son picados generalizados de revocos o enfoscados, reposiciones de los mismos, pintados, reposición de plaquetas de ladrillo cara vista, repasos de llagueados, hidrofugados, etc. deben ejecutarse siempre desde andamios, lo que terminará resultando, sin ninguna duda, muy beneficioso para el promotor de la obra.

A título de ejemplo de lo que pueden ser reparaciones "puntuales" que SÍ sería apropiado ejecutar mediante el sistema de cuelgue se podrían enumerar las siguientes: repaso puntual de un enfoscado desprendido en alguna zona, lo que se entendería por un "parche", reparación puntual de un canalón o bajante de pluviales en un alero, reposición del sellado de una junta vertical, constructiva o de dilatación, mejora o reparación del anclaje de una piedra de canto de forjado o bandeja de terraza, etc. Es decir, trabajos generalmente de ejecución rápida, de muy pocos días de duración, que no impliquen la manipulación de objetos pesados y en los que generalmente la "desproporción" entre el coste de la reparación propiamente dicha y el medio auxiliar necesario (andamio) resultaría absolutamente exagerada. 

Por último, apuntar que los trabajos realizados mediante el sistema de cuelgue están sujetos a normativas especificas cuyo incumplimiento, en caso de accidente, pueden suponer un grave problema para el promotor de las obras por lo que se debe atender especialmente la observancia o cumplimiento de las normas especificas a ese respecto. 

Etiquetas: andamio, cuelgue, cuerdas